Los modelos iluminan el camino

 
Señales que indican ayuda, apoyo, consejo y orientación
 

Por Chris Anselmo

Durante muchos años, escondí la cabeza bajo el ala y me negué a afrontar la desagradable realidad de mi enfermedad, la distrofia muscular de cinturas tipo 2B (LGMD2B). Cuando mis síntomas se manifestaron poco después de graduarme en la universidad, mi vida dio un vuelco. A medida que perdía fuerza y movilidad, tenía demasiado miedo para pensar en lo que vendría después.

Lo peor de todo es que tenía demasiado miedo para buscar ayuda.

Sabía que necesitaba encontrar a otras personas que pudieran orientarme en la dirección correcta y guiarme sobre cómo seguir adelante con la vida a pesar de esta enfermedad. Porque estas circunstancias no iban a desaparecer.

Pero saber que necesitaba modelos de conducta y buscarlos eran dos cosas totalmente distintas.

No podemos triunfar solos

Todo el mundo se enfrenta a algo. Tal vez sea aceptar el diagnóstico de una enfermedad, volver a estudiar mientras se cría una familia o cambiar de profesión. Tal vez sea encontrar la esperanza tras una pérdida o luchar contra la injusticia.

Cuando no sabemos cómo avanzar, la vida puede resultarnos abrumadora. Por eso buscar un modelo a seguir puede ser tremendamente valioso.

Encontrar modelos de conducta es sencillo, pero no es fácil. Cuando admitimos que necesitamos ayuda, nos vemos obligados a enfrentarnos a la realidad de que algo no funciona en nuestras vidas. Puede que tengamos que admitir que no tenemos el control y que no tenemos todas las respuestas. Son pensamientos que asustan.

Afortunadamente, hay otros que han pasado por lo mismo que nosotros. Sólo tenemos que encontrarlos.

 
 

¿Qué ayuda necesita?

A veces sabemos exactamente por qué necesitamos un modelo a seguir. Otras veces, sabemos que lo necesitamos, pero la razón no está tan clara.

Merece la pena reflexionar sobre este paso antes de empezar. ¿En qué aspectos de tu vida necesitas ayuda?

¿Es el diagnóstico de una enfermedad? Tal vez necesite encontrar a alguien que haya estado en su lugar, que pueda orientarle sobre qué hacer a continuación tras recibir la noticia que le cambiará la vida.

¿Es depresión? Tal vez haya una celebridad o un personaje público que haya sido sincero sobre su lucha y haya aprendido a rendir a un alto nivel mientras acepta la oscuridad que lleva dentro.

Sea cual sea tu situación, sé sincero con tus necesidades. Si otra persona ha librado las batallas y cometido los errores, deja que te enseñe.

Cuandono sabemos cómo avanzar, la vida puede resultarnos abrumadora. Por eso buscar un modelo a seguir puede ser tremendamente valioso.

Dónde encontrar modelos de conducta

Hay muchos lugares donde buscar modelos de conducta.

Si ya conoces a alguien a quien admirar, es una ventaja maravillosa. Puede ser un hermano mayor, uno de tus padres o un mentor de confianza que haya pasado por los mismos retos que tú.

Sin embargo, para la mayoría de la gente no es así. (Si no conoces a nadie, no desesperes. Hay muchos lugares a los que acudir.

Hoy en día hay foros y grupos para todos los temas imaginables, incluido el de tu reto particular. Antes de publicar, investiga un poco. ¿Quién publica mucho? ¿Son positivos o negativos? ¿Quién parece ser una voz mesurada y de confianza en las discusiones acaloradas? Si alguien destaca, no dudes en enviarle un mensaje privado. O, si te sientes cómodo haciéndolo, publica un post sobre tu situación y pide consejo y apoyo. Lo más probable es que alguien responda.

También es probable que haya blogs y sitios web en los que la gente escribe sobre tu área de necesidad. En estos sitios, puedes leer sobre el viaje del escritor y seguir su progreso a lo largo del tiempo. Si quieres ponerte en contacto con ellos, no lo dudes. A la gente le encanta saber de sus lectores.

Dependiendo de la ayuda que necesites, también puede haber una fundación o grupo comercial que pueda indicarte el camino correcto y ofrecerte historias de otras personas que atraviesan un reto similar. La mayoría de las fundaciones de enfermedades tienen algún tipo de programa de mentores.

Los modelos de conducta también pueden venir de la historia. Puedes sacar tanto provecho de la historia de alguien de hace décadas o siglos como de alguien que viva hoy, sobre todo si lo que buscas es una orientación general. Muchos personajes históricos se han enfrentado a enfermedades, depresiones, traumas y pérdidas.

Sea cual seatu situación, sé sincero con tus necesidades. Si otra persona ha librado las batallas y cometido los errores, deja que te enseñe.

La conexión

En mi caso, fue la Fundación Jain la que me condujo a mis modelos de conducta.

Afortunadamente, sabía de antemano dónde tenía que buscar; el problema fue que fui demasiado testarudo para hacerlo hasta que no me quedó más remedio.

La Fundación Jain rediseñó su sitio web en 2011 para presentar historias de pacientes en su portada en un montaje giratorio. Las historias eran una muestra representativa de personas de todas las profesiones y condiciones sociales. Al principio, era difícil leer sus historias, desde la pérdida inicial de fuerzas hasta sus dificultades para encontrar el amor y mantener una carrera. Todos estaban preocupados por el futuro y luchaban por aceptar las circunstancias de sus nuevas vidas. La tristeza y el miedo les tocaban de cerca.

Sin embargo, cuantas más historias leía, más me daba cuenta de que los cónyuges, los hijos y las carreras de éxito no eran la excepción, sino la norma. Estas personas tenían una vida plena más allá de su enfermedad neuromuscular.

Animada, me puse en contacto con varias personas cuyas historias había leído. Fue un gran alivio cuando me respondieron. Les hice preguntas sobre cómo volver a estudiar, cómo fue encontrar pareja y cómo vivían de forma independiente. Todos me orientaron y me dieron consejos prácticos. Me ayudaron a ver lo que era posible y me ofrecieron su ayuda en el camino.

Aunque todavía me dolía perder la movilidad, estos modelos de conducta me mostraron que había un camino a seguir. Ahora tenía personas con las que hablar que comprendían mis circunstancias. Hoy siguen siendo amigos y mentores valiosos.

¿De lo único que me arrepiento? De haberme puesto en contacto antes.


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