Todos tenemos una historia que contar

 
¿Cuál es tu historia?
 

Por Chris Anselmo

En diciembre de 2012, recibí una invitación por correo electrónico que cambiaría la trayectoria de mi vida. 

La Fundación Jain, cuya misión es encontrar una cura para mi enfermedad, la distrofia muscular de cinturas tipo 2B (LGMD2B), quería que hablara en su conferencia anual de investigación en Washington, D.C. Los organizadores esperaban que mi historia como paciente ayudara a poner rostro a la enfermedad que sus investigadores estaban estudiando en el laboratorio.  

Tras leer el correo electrónico, sentí una oleada de excitación, seguida de un miedo desgarrador. ¿Cuál era el problema? Me aterrorizaba hablar en público. Pensar en hablar ante un público me llenaba de pavor. No sólo sentía que no tenía nada interesante que decir, sino que me incomodaba hablar de la montaña rusa emocional en la que me encontraba. 

Pero en el fondo sabía que era una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar. Los investigadores y el personal apreciarían mi historia, por horrible que fuera. 

Esa noche, di un salto de fe y respondí "sí". Tenía cuatro meses para averiguar cómo contar mi historia. 

"La historia de Chris"

El 6 de abril -el último día de la conferencia- me encontraba en la parte delantera de una sala de conferencias con cincuenta caras mirándome fijamente. Sentí que el pánico se apoderaba lentamente de mí. 

Para tranquilizarme, eché un largo vistazo a las palabras "Historia de Chris" en la pantalla sobre mi hombro. 

Chris, cuenta tu historia. Tú puedes, me dije.

Respiré hondo y comencé. Tras unos cuantos agradecimientos, hice un recorrido por mi enfermedad, desde el diagnóstico en el instituto hasta los primeros síntomas después de la universidad. Comenté cómo era ser un adulto joven con una enfermedad muscular y por qué decidí participar en un estudio de historia natural. 

Para mi asombro, el público escuchó mi historia. Por primera vez en mi vida, dominaba una sala. 

Al controlar el arco narrativo y compartir los puntos bajos y altos en mis propios términos, pude sentir un poder en mis palabras que nunca antes había sentido. 

Después, miembros del personal de la Fundación Jain se acercaron a mí para felicitarme por una charla maravillosa. Varios investigadores me dijeron que nunca habían conocido a un paciente con mi enfermedad y apreciaron la conexión humana con su trabajo diario. 

En el viaje de vuelta a Connecticut, me senté en silencio mientras repasaba la charla en mi mente. Llegué a una conclusión sorprendente: Me encantaba hablar en público. 

Lo que antes me aterraba ahora me divertía. 

Alcontrolar el arco narrativo y compartir los puntos bajos y altos en mis propios términos, pude sentir un poder en mis palabras que nunca antes había sentido.

Todos tenemos una historia que contar

Si alguien como yo, que odiaba hablar, puede contar mi historia, tú también puedes. 

Contar historias es un superpoder al alcance de todos, con la capacidad de cambiar no sólo tu propia vida, sino la de los demás. 

Si crees que no tienes nada interesante que contar, no te preocupes. Tu vida "normal" es precisamente lo que te hará cercano a los demás. Además, todos somos únicos, poseemos una mezcla de antecedentes y experiencias vitales que nunca podrá ser reproducida por otro. 

 
 

Contar historias te permite tomar el control

Cuando cuentas tu historia, tomas las riendas de la narración de tu vida. El acto de elaborar tu historia requiere revisar los acontecimientos de tu pasado y analizar lo que has vivido. A medida que lo hagas, irás descubriendo temas y dando sentido a los acontecimientos y detalles de tu vida. Este proceso te ayuda a descubrir quién eres, y el resultado final es una obra de valor perdurable de la que puedes sentirte orgulloso. 

Tú eres el autor. Eres el protagonista. Tú controlas cómo se cuenta tu historia. 

Contar historias ayuda a procesar la adversidad 

Todo el mundo se enfrenta a algo. Todos experimentamos adversidades: es lo que nos hace humanos. 

Cuando cuentes tu historia, tendrás que enfrentarte a esta adversidad. Es una parte importante del proceso de tomar las riendas de tu relato y aceptar lo que ha ocurrido en tu vida. 

Para que quede claro, no tienes que desvelar hasta el último detalle doloroso. Usted es quien manda. Puedes conectar profundamente con el público sin tener que incluir cada pensamiento negativo o experiencia traumática. 

Se necesita práctica para sentirse cómodo, pero con el tiempo ganará confianza para contar su historia, incluso los momentos difíciles. Es un proceso que puede llevar incluso a una sensación de curación y cierre. 

Puedes cambiar la vida de alguien

Además de ayudarte a ti, tu historia puede tener un inmenso valor para los demás y cambiarles la vida. 

La historia de nadie le gustará a todo el mundo. Pero compartir tu vida, con todos sus altibajos, resonará en alguien. Basta con ayudar a una persona para que merezca la pena contar tu historia. 

A veces, la conexión se produce de forma instantánea; otras, más tarde. Por ejemplo, si escribes sobre tu experiencia con una enfermedad y no obtienes respuesta inmediata de los lectores, puedes pensar que tu historia no ha tenido impacto. Pero si dentro de un año alguien busca tu enfermedad en Google y encuentra tu sitio web, puede sentir que por fin ha encontrado a alguien que entiende por lo que está pasando. 

Sea cual sea el medio que elijas -cuentos, obras de arte, etc.-, siempre es gratificante tener noticias de personas que se han sentido conmovidas por tu historia y aprecian lo que tienes que decir. 

eres el autor. Eres el protagonista. Tú controlas cómo se cuenta tu historia .

El mundo necesita más historias 

Nuestras historias pueden servir de hoja de ruta para que otros afronten sus propios retos. Las circunstancias pueden ser diferentes, pero las emociones suelen ser las mismas. Pérdida. Miedo. Ira. Frustración. Estrés. Son retos universales de la condición humana. 

El mundo necesita más gente que cuente su historia, comparta su vulnerabilidad y transmita con autenticidad su experiencia vital. 

El mundo cambia historia a historia. Alguien está esperando a que cuentes la tuya. 

Know Rare ha creado una forma de grabar tus experiencias de forma privada y a tu propio ritmo, para que puedas documentar tu propia historia. Para más información, visite nuestro Diario app.


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